Por un lado, vemos algunas de las rocas con formas curiosas que están sembradas por toda la zona y por otro, al fin, vemos Arribes del Duero. Aún de forma lejana, pero no hay problema, todavía tenemos mucha más ruta que descubrir en este viaje.
Ahora una vez que bajamos de la muralla, caminamos entre el castillo y el río, y al pie de los muros norte del castillo, vemos una reproducción de un lanzapiedras medieval.
Y aquí terminamos esta visita invernal al Castro de Aldeia Nova. Nos quedamos con este magnífico lugar y sus vistas al impresionante Duero. Próximamente más y mejor.
Y ya, tras un camino no muy largo, llegamos hasta el Lago de la Baña. Ahora lo vemos desde la altura del camino, pero seguiremos hasta llegar a la propia orilla del lago. Eso si podemos, puesto que ya vemos que en la zona está pastando un rebaño de vacas.